jueves, 21 de mayo de 2009

suena una rumba en mi sangre

en
mis labios sonrientes

en la voz de la guitarra
en el piso

los tambores negros

me baila la cabeza

me baila el corazón

suena una rumba en mi piel

en mis ojos rojos


y una voz me llama desde abajo del piso
y me acerco a mirar

es maxi qe me pide a gritos un repasador



c
anto otra vez

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kant

el sabio puede cambiar de opinión. el necio, nunca